CAPÍTULO 5

BUENO PUES AQUÍ TENÉIS EL QUINTO CAPÍTULO, SIENTO MUCHO HABER ESTADO TANTO SIN SUBIR NINGUNO, NO TENÍA MUCHA INSPIRACIÓN HOY A SI QUE A VER QUE TAL :/ POR CIERTO YA QUE SI RUE MUERE LA HISTORIA SERÁ BASTANTE CORTA IGUAL ME INVENTO ALGO PARA QUE SOBREVIVA O ALGO ASÍ

Es Barley, mi mejor amigo está en las vías del tren. ¿Qué pretende hacer? Empalidezco porque pienso que va ha hacer lo peor. Thresh se da cuenta y me pregunta:

- ¿Qué te pasa Rue, estás muy blanca?

Yo no contesto sigo con la mirada fija en Barley. Thresh me da un pequeño empujón y yo me sobresalto.

-Ay!

- Lo siento, no quería hacerte daño.

- No te preocupes. ¿Qué decías?

- Te decía que por qué estabas tan blanca.

- Ah nada. Me asusta la idea de los juegos.

- Tranquila, haré lo que sea para que te mantengas con vida.

- Thresh, yo no quiero que tú mueras por mi culpa, yo sé que no los voy a ganar aunque me ayudes, solo tengo 12 años.

- Rue, hazme caso, ¿lo intentarás?

- De acuerdo, si eso te hace más feliz. Pero Thresh ¿Por qué te preocupas tanto por mí?

- Digamos que me preocupas, has vivido poco y quiero que vivas más.

- ¿Sabes que va a ser difícil, mantenerme a mí con vida o incluso a ti mismo no?

- Sí lo sé, pero porque sea difícil no tiene porque ser imposible.

Sin dejarme opción a decirle nada, desaparece de la habitación. ¿Por qué hará eso por mí? Al irse puedo mirar por la ventana. Me pongo a llorar cuando veo que Barley ya no está, ha hecho lo que me temía, el tren lo ha atropellado. 

Me tapo la cara con las manos y sigo llorando, cuando levanto la cabeza, después de estar un buen rato llorando, veo una cara en el cristal que me está sacando la lengua. 

- Aah! - Grito asustada

- ¿Te asustaste? - me dice Barley

- Pues claro, casi me da un ataque. Pensaba que te habías suicidado

- ¿Yo? ¿Suicidarme? ¿Pudiendo volver a mirarte? Ni hablar.

- Ah, de acuerdo, así que el motivo soy yo.

- Si, pero si no abres la ventana para que pueda entrar puede que al final si que acabe muriendo.

- Ah. Lo siento - abro la ventana y él entra.

- Que rara estás ¿te pasa algo?

- No, solo que... - no me deja acabar la frase porque acto seguido me besa.

- ¿Solo que?

- Solo que echaba de menos tus besos.

- Eso pensaba

- Pero Barley ¿qué vas a hacer? 

- ¿Como que que voy a hacer?

- Barley este tren va al Capitolio, me llevan para participar en unos Juegos del Hambre.

- Ya he pensado en eso.

- ¿Y cuál es tu plan?

- Es un poco complicado pero funcionará, si los dos ponemos de nuestra parte, yo bajaré del tren escondido en esas maletas tan grandes que te hace llevar el Capitolio.

- ¿No te importará dejar aquí alguna ropa no?

- Pues claro que no, si es para tenerte a mi lado...

- De acuerdo. Después me liberarás de la maleta cuando llegues a ese sitio donde te pondrán guapa para el desfile.

- Si, donde me junto con el estilista ¿no?

- Si, allí. 

- Pero ¿qué harás? Allí solo pueden estar el estilista y su equipo de tres personas.

- Ahí viene la mejor parte. He oído que falta un ayudante de estilista para la tributo femenina del Distrito 11, que en este caso eres tú. Y para eso van ha hacer una elección en el tren dentro de un rato.

- ¿Y quiénes elegirán a la persona que me pondrá guapa? - digo agitándome el pelo para parecer una de esas tributos del Distrito 1 que se creen superiores a los demás.

- ¿A qué no adivinas, señorita que al parecer a nacido en el Distrito 1?- dice mientras pone una sonrisa

- Pues creo que yo.

- Exactamente mi preciosa Rue - me da un beso en la mejilla y yo se lo devuelvo en los labios pero corto.

- ¿Solo eso? - me da otro beso en los labios pero más largo que el mio, y sigue hablando de su plan. Después de que tu me hayas elegido, yo estaré al lado tuyo toda tu estancia durante los juegos. Como vengo de otro distrito, no tengo lugar donde alojarme así que me permitirán alojarme contigo en el mismo pasillo. Lo demás irá surgiendo mientras pase el tiempo. ¿Qué te parece?

- Brillante - contesto, aunque sé que está cometiendo la mayor locura de su vida - pero ¿y si no gano?

- Ganarás.